10 formas de abrir una puerta cerrada
Es importante mencionar que solo se debe intentar abrir una puerta cerrada bajo ciertas circunstancias legales y personales. Si tienes acceso legítimo a la propiedad y te has quedado fuera, aquí tienes algunas estrategias que podrías utilizar:
Llave de repuesto: Si tienes una llave de repuesto, es la forma más sencilla y rápida de abrir la puerta.
Llamada a un cerrajero: Si no tienes una llave de repuesto o no puedes abrir la puerta por tus propios medios, llama a un cerrajero profesional que pueda ayudarte a abrir la puerta de manera segura y sin causar daños innecesarios.
Uso de una tarjeta de plástico: Esta técnica, conocida como «tarjeteo», puede funcionar en puertas que no estén bien aseguradas. Desliza una tarjeta de plástico flexible (como una tarjeta de crédito vieja) entre el marco de la puerta y el pestillo y trata de empujarlo hacia adentro para abrir la puerta.
Uso de una percha: Esta técnica se utiliza para abrir puertas con pestillos de tipo pasador o botón. Desdobla una percha de alambre y dale forma de gancho en un extremo. Introduce el gancho por encima del marco de la puerta y mueve el pestillo hacia arriba para abrir la puerta.
Uso de una llave inglesa grande: Si la puerta tiene una manija de palanca, puedes utilizar una llave inglesa grande para aplicar fuerza en la dirección opuesta al mecanismo de cierre y así abrir la puerta.
Uso de una tarjeta de crédito o similar: Al igual que con la tarjeta de plástico, puedes intentar deslizar una tarjeta de crédito o similar en el espacio entre la puerta y el marco para tratar de desbloquear el pestillo o la cerradura.
Uso de una pistola de impacto: Si tienes experiencia y conocimientos, puedes utilizar una pistola de impacto y una herramienta especial para abrir cerraduras llamada «llave de golpe» para intentar abrir la puerta.
Llamada a servicios de emergencia: Si se trata de una situación de emergencia, como un incendio o una persona atrapada dentro, llama a los servicios de emergencia y permite que ellos abran la puerta de manera segura y adecuada.
Uso de una ganzúa: Esta técnica requiere habilidad y conocimiento de cerrajería. Las ganzúas se utilizan para manipular los mecanismos internos de la cerradura y abrir la puerta sin la llave.
Uso de una brocha o cuerda: Si la puerta tiene una cerradura tipo pomo o manija, puedes intentar usar una brocha o cuerda larga para empujar o jalar la manija desde el interior y abrir la puerta.
Es importante resaltar que el acceso no autorizado a la propiedad ajena es ilegal y estas técnicas deben ser utilizadas exclusivamente en situaciones legítimas y en casos en los que tengas permiso para abrir la puerta. Cuando sea necesario, siempre es aconsejable contactar a un cerrajero profesional para garantizar una apertura segura y sin daños.
Publicar comentario